domingo, 4 de febrero de 2018

Matar a Alcestis

Regresas, vestida de luto. Ángel de tu propia muerte. Dime, ¿quién te rescatará esta vez?. Has aparecido en nuestros sueños, como una espiral, tan hermosa que resultaba imposible hacerte el menor daño. Tan seductora, tan dispuesta. Con tu determinación inquebrantable, con tu juramento. Morir en tu lugar, mi amor. ¿Qué puede haber más digno? La literalidad de todas las promesas.
Infinitamente valiente.

¿Cuántas veces te rescataremos? El bello y sádico sueño de morir eternamente. ¿Cuánto tiempo más moriremos por ellos? Tú, que fuiste dibujada por un hombre, tú, que nos has acompañado en cada pálpito inconsciente. 

Ha llegado tu hora, al fin. Y lo haremos a nuestra manera, con más esfuerzo que violencia.  Vamos a reescribir tu relato para hacerte libre, para coserte alas.

Abandona tus ropas de luto, Alcestis, y que tu desnudez  simbolice nuestra libertad.

Nunca más un sacrificio, nunca más: "Admeto, yo moriré por ti."